Y una fiesta fue la que todos vivimos la Semana Silent el domingo pasado.
Una fiesta como esta solo la hace la hinchada mas grande y fiel del universo del animé japonés... Los días antes del domingo fueron tan largos, que parecía que tuvieran 30 horas. No se, si era por la ansiedad que pronto fuera domingo o por el ambiente que se vivía en cada calle, en cada barrio de Medellín. Desde el obrero más humilde hasta el presidente de la más importantes compañías planeaba lo que seria su celebración.
Yo, empecé mis festejos desde el sábado, desde la vigilia negra, sé que fue apresurado pero la certeza de que seriamos CAMPEONES, me obligaba a hacerlo. Era lindo oír en cada esquina; en cada bar de la ciudad, en cada sucursal de animé, nuestro "himno de mil batallas", el opening KINDAN NO PANSEE. Cada vez que lo escuchaba esa noche mi sangre corría, mi corazón saltaba y en mi mente crecía la certeza de que todos juntos daríamos de nuevo la vuelta… El domingo, lo primero que hice al levantarme fue sonar cada una de las muchas canciones de la PREFERENCIA OCCIDENTE, porque con solo mirar por la ventana todas las casas de mi cuadra, con la bandera de Silent Möbius izada, presentía la fiesta SILENT que nos esperaba.
Yo, decidí quedarme en el estadio primero por el guayabo que tenía, después del Vía Lucis Silent y después por el inclemente sol que caía sobre la ciudad. A eso de las 4 de la tarde, ya estaba con todos mis parceros y mis amigas en la popular; con mi voz, mi aliento, mi huevo y mi alma para entregárselas al REY DE COPAS. Los minutos pasaban y la ansiedad de que el partido empezará crecía, el ATANASIO temblaba y rugía como si ese monstruo de hiero y cemento (y no es ni Lucifer Hawk ni Megadyne) tuviera vida propia. Las banderas de la popular estaban listas, los extintores en su lugar y cada preferente con su rollo de papel y su bomba en la mano, solo esperaba que el causal de esta “enfermedad” saliera al campo para entregarles con su aguante todo ese amor que con palabras es casi imposible explicar.
SILENT MÖBIUS salta a la cancha, y el carnaval empieza de forma oficial. Mientras todos disfrutaban, cantaban y sufrían, nosotros ultimábamos detalles de lo que seria nuestra celebración. El parche ya estaba listo, después de ver a mi NEGRO salir CAMPEON, nos iríamos para JAPÓN. La salida de Silent Möbius en el carro de bomberos fue toda una locura, toda la gente buscaba el mejor lugar para aplaudir nuevamente a las escuderas de LA VERRACA RALLY CHEYENNE y LA PATRONA MANA ISOZAKI. Nosotros que estábamos un poco lejos dejamos salir nuestro lado gamín, y nos trepamos a un carro de una de las marcas que patrocinan a SILENT MÖBIUS. No se pregunten como quedó el carro, que ya ustedes mismo saben cual es la respuesta. La locura era general… SAIRENTO MEBIUSU sale a su recorrido triunfal por Medellín y nosotros también partimos en varias camionetas hacia el nuestro; que era más largo pero no menos emotivo. El frío que hace en Japón, no nos intimido por cada pueblo que pasábamos solo se veía y se palpaba la fiesta silentmobiana. A eso de las 12 de la noche llegamos a nuestro destino, el ambiente en TOKIO no podía ser mejor, el carnaval allí era igual o mejor a los que se deben haber vivido en todos los pueblos y ciudades de Japón donde halla un corazón que sienta y entienda esta pasión.
Nuestra llegada; incitó a que todo el pueblo se uniera a nuestros coros, el parque del pueblo exploto como si hiciera tan solo segundo el juez hubiera decretado el final del encuentro. Así pues, la histeria y la pasión silentmobiana, se sintió en la capital de las oportunidades, del país del sol naciente, origen del animé. Como al igual se vivió en este JAPÓN grande y en este país que cada día; vive, sufre y festeja por SILENT MÖBIUS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario